Cuando un amante de la huerta de verano piensa o sueña con los cultivos que podrá degustar en su cocina, a menudo nos viene al pensamiento esa fruta redonda y roja incandescente que no es otra que el tomate en sus más diversas variedades, pero cuando se consulta a las personas por aquel cultivo que saborean y repiten sin descanso cuando hay para cosechar no es otro que para la que muchos agricultores es la gran protagonista del verano, también conocida como vaina y en nuestro caso, la vaina buenos aires. Sus frutos penden del tallo como pendientes que esperan ser recogidos mientras el viento los mece en un vaivén interminable. Como toda buena leguminosa que se precie, es capaz de transmutar su energía dentro del la tierra a través de sus raíces fijando el nitrógeno atmosférico, para que los siguientes cultivos se beneficien de su potencial fertilizador. Con patata, cebolla, zanahoria, arroz, como guarnición…da lo mismo, su suave sabor, su terneza, su magnífico maridaje con aceite de oliva y sus beneficios para la salud la convierten en la joya de la corona de la huerta de verano.