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ENTRE EL CIELO Y LA TIERRA

En la huerta de Biozaki, la alubia sigue creciendo con sus tres variedades asemejándose a esos paisajes hortícolas de las huertas de Los Andes de países como Ecuador y Perú, y como buena leguminosa tiene la capacidad de fijar el nitrógeno atmosférico. Como sabemos, los elementos principales que nutren a una planta son el nitrógeno, el fósforo y el potasio. El primero de ellos, es el elemento que ayuda a que una planta crezca, y los otros dos ayudan al factor de desarrollo de las flores y a la creación de las buenas raíces. Si nos centramos en el nitrógeno, hay que destacar que es el principal elemento que absorben las plantas de la tierra. Este elemento le da la capacidad de crecer a la planta. Este nitrógeno proviene de la descomposición de la materia orgánica o de las heces y orina de los animales. La tierra en sí no contiene nitrógeno, por ello, hay que aportárselo mediante por ejemplo, el estiércol, a modo de materia orgánica. En el caso de las plantas leguminosas como la alubia, estas tienen la cualidad de fijar el nitrógeno de la atmósfera en la tierra. Para realizar ese proceso las plantas leguminosas forman unos pequeños nódulos en las raíces. Estos nódulos son pequeñas bacterias (Rhizobium) que absorben el nitrógeno del aire que hay bajo tierra y lo meten en la planta. De esta manera, se crea una asociación simbiótica entre la planta y la bacteria. Es decir, la planta le aporta a la bacteria los hidratos de carbono que se generan en el proceso de adquirir el nitrógeno, y la bacteria le aporta el nitrógeno que al planta no podría adquirir por sí sola. Pura magia!,